2022

Pensar por imágenes

La naturaleza me conmueve.

Mis fotos son encuentros que suceden en la naturaleza y también son investigación.

De ahí parte esta nueva serie que presento en BAPhoto.

Parto de una idea que me permite reflexionar:

“Para ver una cosa hay que comprenderla…

Si viéramos realmente el universo tal vez lo entenderíamos”

Jorge Luis Borges

Desde que tengo memoria saco fotos, y muchas veces con lente macro. Me interno en mundos de silencio, pequeños, casi invisibles, y veo imágenes con dificultad dentro de gotas, a veces también son partículas en otras superficies.

Este proceso no es cómodo, muchas veces no logro que mi máquina me de el foco que preciso porque me acerco demasiado. No puedo usar trípode ya que entorpece la situación, pero casi sin respirar para no mover la máquina sigo intentando. Le hablo a mi máquina pidiendo paciencia para llegar a ver eso que no veo. Me siento impotente… cuando estoy a punto de frustrarme, ahí súbitamente llega el foco y accedí. A partir de esta búsqueda es que empecé a agradecer a mi máquina de fotos. Y paso seguido a mi computadora que me permitía ver en otro tamaño ese mundo de grandioso de lo minúsculo.

Analizando este tema que me cautiva, gracias a mi querido profesor de filosofía Florencio Noceti, conocí al Sr. Leibniz. “Conocí” sería un término un tanto amplio. Me enteré de su existencia. Y me interesé por su historia. Él fue la primera persona que pensó en la microscopía. Gottfried Leibniz (1646-1716), «Cada porción de la materia puede ser concebida como un jardín lleno de plantas y un estanque lleno de peces. Pero cada rama de una planta, cada miembro de un animal, cada gota de sus humores, es todavía un jardín o un estanque…» Así sucede y así es. Antes de él, sólo "existía" lo que nuestros ojos registraban. Pero gracias a la máquina es que vemos más. Accedemos a más. Eso mismo lo veo en mi trabajo diario. Tanto en la fotografía como en la educación. El uso de la herramienta es otro tema. Para mi fue un descubrimiento que me dio alivio y sorpresa a la vez. Este romance del hombre con la naturaleza y la máquina me interesa.

Estos son mis primeros pasos. Y de pronto veo todo desde ahí. Me encontré agradeciendo a este señor a Leibniz. A la máquina. ¡A la mía! Que me permite ver más allá. Y mostrar también algo que no se ve a plena vista.

Empiezo a Pensar por imágenes.

Esta serie “pensar por imágenes” surge de allí. Meterme adentro de una gota. Y también profundizar los colores que no conozco de una rosa.

Fui consciente de que es lo que hoy me genera curiosidad inmersa en el ritmo de la naturaleza. Y también de ciertos ruidos internos que me obligan siempre a profundizar lo que no comprendo.

Descubro que la máquina me permite acceder a la intimidad de la naturaleza. Voy acercándome con ansias a un pequeño mundo infinito lleno de color. Nace el romance entre la máquina, la rosa y el hombre.

Estoy en el sur y por primera vez busco sabiendo que la máquina es mi microscopio. Algo que ya use de esa manera pero nunca comprendí.

Acceder a lugares escondidos me motiva... descubrir una paleta sin nombre me corta el aire. Pensar en combinaciones de tonalidades que no podría crear jamás me da placer. Tener de socia y aliada a la naturaleza me causa gracia y me permite nuevamente entender lo pequeña que soy. Conozco mis limitaciones.

Ella, la naturaleza, une colores que no se nombrar y los amalgama de forma magistral. De pronto soy oyente en la mejor cátedra del universo. Con algo de ansiedad y expectativa me sumerjo en la rosa, la capturo y huyo, si hui. Con un regalo que no quería que se lastimara. Y esta vez fui a mi pantalla grande. Entro en la máquina del tiempo porque puedo frenarlo. Entiendo que ya hoy todo cambió. Lo que veo son los colores de ayer. Pero los pude retener y les rindo homenaje. Los puedo compartir. Puedo plasmar ese instante que contiene ese color en una imagen. La máquina me permite hacer todo el mismo recorrido que aprendí a hacer, y también me da la posibilidad de seguir investigando, profundizar, agudizar y acceder.

Estaré atenta a este fractal del universo en particular.

Y ahí surgen estos nuevos dibujos que se codean con otros y que no pienso ni elijo. Solo puedo descubrirlos. Mi lugar es limitado y está muy bien que así sea. Es suficiente. ¡Gracias!

“Somos algo esencialmente misterioso”

Jorge Luis Borges

¿Cómo no volver a él? Tengo la facultad de poder pensar. Y esto lo hago a través de las imágenes.

A partir de una imagen de la naturaleza con la participación activa de la máquina pude encontrar nuevos colores. Y de pronto siento que puedo también hacer algo más.

Recuerdo una imagen de la naturaleza que hace tiempo guardo de manera casi mezquina. Me cuesta mostrarla y no sé por qué. Pero voy directamente ahí. A mis gotas. Y quiero dar un mensaje. ¿La foto me estaba esperando para cumplir con este rol? Soy romántica. Puede ser.

Elijo intervenir esa imagen de la naturaleza con algo que pienso muy apasionadamente. El verbo del graffiti es condicional como lo es el futuro. Depende de cada uno. "El humano puede ser maravilloso". Tiene el poder de serlo dentro suyo y también si quiere puede comenzar ahora.

Armar un grafiti en una imagen de gotas fue algo que sucesivamente necesité para ir investigando esta relación. La obra es una llamada a la acción / call to action. El humano es. Estamos vivos. Y puede. Es inmensamente rico en sus herramientas y posibilidades. El verbo del graffiti es condicional como lo es el futuro. Depende de cada uno todos los días.

Poder: tener algo o alguien la capacidad de hacer algo. El humano es capaz de

Esta obra interpela. Quiere lograr activar a quien la "vea". Puede ser ese graffiti que busca llamar tu atención o calar profundo, desde la esencia del ser humano.

Depende de cada uno. O también depende del momento.

Estoy fascinada con Jorge Luis Borges en su rol de filósofo. El, en uno de sus fragmentos dice que inventar y descubrir en latín significan lo mismo. En la serie "pensar por imágenes" me ocurren ambos verbos.

Constanza Oxenford / FARIAO