depende el cristal con que se mire
Ante la irrupción del coronavirus necesité un medio óptico para reconectar con el mundo exterior que se volvió raro en algunos casos y hostil en otros. Esto me sucedió a lo largo de abril, mayo y parte de junio.
Cuento con una linda casa en la que pude recluirme y una familia con la elijo estar, que entiendo es un enorme privilegio. A pesar de ello, la falta de libertad y la incertidumbre me chocaron de frente. Afectaron mi estado anímico y emocional y provocaron que no pudiera disfrutar los momentos de “disfrute”. No podía sacar fotos. El afuera estaba empañado por una capa densa… distorsionada.
Encontré un óvalo de vidrio que era de mi abuelo, y lo usé para retratar la realidad como la sentía.
En todas las fotos el foco está en la imagen adentro del óvalo de vidrio; la excepción es la naturaleza. Considero que hoy está como corresponde y, en realidad, está más en foco que de costumbre.
Mi mundo familiar estaba cerca pero igual había una gran distorsión de la normalidad. Es por este motivo que la incluí en el fuera de foco del exterior.
Reescribí mi texto interno porque el texto externo me resultaba ilegible. Quería plasmar lo que estaba viviendo. Este ejercicio me acompañó por un tiempo. De alguna manera necesitaba incorporar la nueva situación de encierro y anormalidad. Saqué todas las fotos cuando aún dolía la soledad en las calles. Al ir y volver a la Capital, las calles estaban bastante desiertas. Las personas mantenían la "distancia social", y desde ya, usaban barbijo. Muchas de las fotos las saqué desde mi auto ya que tampoco quería salir. De a poco fui caminando las calles, pero cuando divisaba a la autoridad no podía retratarla bien porque sentía miedo. Temor de no estar haciendo lo que correspondía. En el peaje la situación siempre era estresante. Aunque tenía permiso para circular, sentía fuertemente la falta de libertad. En la calle igual, aunque tenía barbijo estaba inquieta. Los lugares cerraron y no podían ingresar más de dos personas por vez. La verdulería empezó a usar la modalidad de feria al exterior. Todo cambió.
El mundo está sufriendo. Argentina, con su crisis previa al coronavirus, está muy lastimada. Pero es fundamental despertar para seguir avanzando, cada uno en lo que le corresponde. No adormecerse ante la difícil situación. Éste fue mi medio para avanzar.
El cambio fue abrupto, estas fotos me ayudaron a terminar de procesar lo que estamos viviendo.
Observando mis sentimientos desde mi lente pude entender la realidad e incorporarme a la nueva situación.